lunes, 19 de diciembre de 2011

Otra Comisión de la Verdad



Con ironía inaudita los que justifican la invasión
señalaron que las Fuerzas de Defensa quemaron al Chorrillo

Como  edición conmemorativo de la invasión del 20 de diciembre  la dirección del  blog Tribuna Torrijista ha considerado acertados los conceptos emitidos en el  artículo de opinión de  la distinguida dama  Mariela Sagel, aparecido en el diario El Siglo   a un día de la  fatídica y    una de las las  más crueles y despiadadas intervenciones bélicas  de la era moderna.

Un País que abusó de su poderío bélico contra el indefenso pueblo panameño aún no ha sido sancionado por los gobiernos que sucedieron la invasión. El gobierno de turno, a pesar de la evidente poca simpatía que goza de los auto designados gendarmes del mundo,  con seguridad no  se hará eco de las voces del pueblo que rechazó  la mal llamada causa justa. Los panameños   que celebraron  con vítores,  pailas y pañuelos blancos  claudicando   arrodillados ante  los designios del gobierno más poderoso del mundo quedarán registrado en el recuerdo y el repudio de su pueblo.


Ellos,  los traidores a la Patria nunca podrán justificar,  ante  la historia escrita con sangre por nuestro pueblo,  las miles  de víctimas que la invasión ocasionó a la familia panameña en el Chorrillo y a los combatientes militares. A los que ofrendaron  sus vidas y los que llevando la bandera dentro del corazón salieron a combatir,  todo nuestros reconocimiento y agradecimiento. A los que aplaudieron a la soldadesca genocida la historia los recordará. 
Una causa justa para los que claudicaron
y una infame, cruel y repudiable invasión
para los panameños patriotas.



La actual y  futuras generaciones tenemos aún la responsabilidad de promover la sanción del mundo ante la ignominiosa y salvaje invasión, a través de  actos recordatorios propios de los pueblos dignos como el nuestro. LLegará el día en que  gobernantes dignos declararán día de duelo nacional al infausto 20 de diciembre.

Prohibido olvidar.

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Con la seguridad de la anuencia de la autora presentamos el artículo en mención:

Otra Comisión de la Verdad

 Por MARIELA SAGEL
marielasagel@gmail.com



En el año 1999, diez años después de la cruenta e innecesaria invasión que perpetrara el Gobierno estadounidense a Panamá, con el único –supuesto— propósito de deponer al entonces dictador panameño Manuel Antonio Noriega y liberar a nuestro país de su yugo (las sanciones se habían encargado de hacer ese yugo prácticamente insostenible), se formó una Comisión de la Verdad, para esclarecer los crímenes que se dieron en los 21 años de Gobierno militar. Que yo recuerde, aparte de traer un perro que resultó ser un farsante, poco es lo que produjo ese grupo, que no se supiera a voces antes de iniciar sus investigaciones.

Pero han pasado 22 años desde la acción militar que se llamó ‘Just Cause’ (pero debió haberse etiquetado como ‘Just Because’) y se sigue hablando de ella, por parte de unos, como una liberación —que no fue tal— y por parte de muchos, especialmente los que perdieron a familiares, los que sufrieron daños materiales por la desarticulación de las tropas, y el consecuente saqueo y pérdidas millonarias que tuvo que sufrir la población cuando no había ley ni orden y los invasores solamente andaban tras del hoy reo más famoso del El Renacer. Ahora que Noriega ha vuelto a Panamá, ¿no deberíamos desenmarañar toda esa tramoya que permitió que el país más poderoso de la tierra invadiera a un pequeño Estado, casi como un ensayo para perpetrar acciones posteriores en otros lugares?

¿No deberíamos exigir que de una vez por todas se dilucide de quién vino la orden final de invadir, quiénes o qué instancia tuvo que ver con esa decisión, quiénes de nuestros compatriotas pidieron la invasión, qué explicaciones le pidió el gobierno de Guillermo Endara, juramentado en una base militar estadounidense, al presidente Bush padre, sobre las razones que llevaron a ese país a tomar la decisión de invadirnos? Muchas han sido las consecuencias, casi todas dramáticas y dolorosas, de esa invasión, es pertinente que ahora que se puede asumir que el mayor causante de la invasión pueda hablar al respecto, iniciemos esa reconstrucción a fin de deslindar responsabilidades, antes de que todos sus actores principales pasen a mejor vida.

No solamente fueron los chorrilleros y los miembros de las Fuerzas de Defensa de entonces los que sufrieron, también personas ajenas al conflicto y todos los que vivieron los saqueos tienen sus verdades. Recordemos la frase que hizo famoso, entre otras, al poeta Antonio Machado: ‘¿Tu verdad? No, la verdad y ven conmigo a buscarla. La tuya, guárdatela’.

LA AUTORA FUE MINISTRA DE GOBIERNO Y JUSTICIA

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