miércoles, 23 de septiembre de 2015

OMAR TORRIJOS Y LA HISTORIA

El Relevo Torrijista de San Miguelito y Mas se complace nuevamente en presentar artículos de grandes Torrijistas que han sabido dibujar el pensamiento, la vocación y la trayectoria del estadistas quien logró la devolución del Canal de Panamá y con ello nuestra total soberanía. Es el unico con una conciencia social que le permitió dirigir una etapa de nuestra historia con alto contenido social y firme patriotismo. OMAR TORRIJOS HERRERA. En esta ocasión presentamos el dcumento de Manuel Orestes Nieto.

No sólo es uno de los panameños más notables de la historia de Panamá, sino que su aporte a la construcción de la nación panameña, a la destrucción del colonialismo con su ofensiva ocupación militar extranjera en nuestro país -y en consecuencia cristalizar la integración territorial y soberana- se concretó con la posesión panameña del Canal y en la independencia misma.  

Antes del cumplimiento de los Tratados Torrijos-Carter no éramos un estado libre sino una república fisicamente herida en el centro de su territorio y subyugada a la potencia imperial.  Con Torrijos, las luchas eslabonadas de generaciones, la dignidad, la sangre, el martirio, los patriotas, reivindicaron al fin y con éxito nuestros derechos legítimos sobre la ruta interoceánica.  

Esa acumulación histórica fue abanderada con lucidez brillante y guía certera por el general Omar Torrijos, de modo que todo un pueblo pudo después de casi cien años dejar atrás la vergüenza mediante la victoria de la dignidad.  Esta es una realidad sin mancha que tiene que enorgullecernos.

Torrijos es artífice principal de esta epopeya de la nación y de haber convocado la fuerza moral y popular para lograr el objetivo. Lideró como nadie la creativa jornada de complejas negociaciones que desembocaron en los acuerdos canaleros sin que se derramara más sangre.  Hasta sus mas acérrimos enemigos reconocen y no pueden tapar esta conquista y la dimensión mundial que alcanzaron sus empeños y entrega hasta el día sospechoso de su muerte hace 34 años.

La reciente emisión televisiva de una especie de registro documental sobre el general Torrijos, incluida en el serial "Grandes panameños", adolece de un muy empobrecido y hueco guión, con un enfoque escamoteador de los grandes temas que animaron la vida de Torrijos, reductivo, anecdótico y evidentemente vacío de importantes hechos vividas como los que vivió Panamá, en la fragua intensa de su liberación y en su superación colectiva para dejar de ser una caricatura de país como el que una vez fuimos y ser una nación completa.

Ese general "en su laberinto" es, a mi juicio, un personaje perfilado en este documental con sesgos y afirmaciones especulativas que desdibujan al hombre que tanto ennobleció a nuestro país, tanto por el significado y consecuencias favorables que implicó la desaparición de la colonia como por su práctica política y de estadista por hacer un país equitativo y justo.

Es en extremo curioso, por no decir sorprendente, que Telemetro -con propietarios que no solo conocieron en profundidad el valor histórico de Torrijos- sino que fueron hasta protagonistas de esas jornadas negociadoras y de gobierno, hayan sido tan veniales y superfluos al sacar al aire esta producción asombrosamente chata y enana respecto al tamaño del gigante que fue Omar Torrijos y la obra que nos legó.

A estas alturas, tengo serias dudas de la inocencia del tratamiento dado al personaje y del hilo conductor del propio video documental.

Fallida es la asociación artificial del propio titulo a la novela de Gabriel García Márquez, cuya narrativa se concentra en el final infame e inmerecido de Bolivar. Precisamente el escritor colombiano y que sí conoció a Omar por la excepcional amistad que les unió, tuvo la certeza de decirnos que Torrijos era una potencia humana que comparada con los seres del reino animal era como una mezcla de mula y tigre.  Mal pudiese quien trajo tanta luz a nuestra historia dar vueltas atrapado en un laberinto, que -recordemos- a su vez alude al mito griego más crudo del abominable minotauro   

En definitiva, decepcionante, no por nuestra adhesión al ideario torrijista, ni porque esperara un video laudatorio que Torrijos no necesita, sino porque lo que Omar dejó en nuestra historia, a la que entró precisamente como el dirigente de mayor dimensión y trascendencia, merecerá siempre el afecto, la gratitud, el respeto y el sitial ejemplar por lo que nos dio, incluyendo su vida.  Y tratarlo en la superficie y no en su rica dimensión, deja algo más que un mal sabor.

Vale considerar estrictamente que cuando de la historia y la memoria se trata para que sirva para edificar el presente y los años futuros, hay que tener cuidado y responsabilidad extremas, sin manipulación, con veracidad, con la escritura fiel de la realidad y no la sutil y ladina versión interesada o sencillamente, la mentira.

  
Manuel Orestes Nieto



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