Por Mario Chan Rojas
11 de octubre de 2011
En este momento el sufrido pueblo panameño encuentra en nuestro Partido la esperanza de mejores días. Las encuestas ponen de manifiesto las grandes posibilidades del PRD en las elecciones del 2014.
Sin lugar a dudas la descarada compra de conciencia del gobierno de Martinelli no hubiese tenido tanto alcance si la Ley de la descentralización hubiese entrado en vigencia en la gestión de Martín Torrijos, a quien le faltó las luces largas para atender las demandas de nuestros copartidarios electos por votación popular. Por otro lado la falta de atención a los servidores públicos en general, la solución de los trabajadores ferroviarios como a los involucrados en la Ley 25 y el pago de las seis partidas del décimo tercer mes fueron compromisos incumplidos. Atrás quedan además los lamentos de los precandidatos y candidatos del PRD que se sumaron al triunfo del Partido en el 2004, sin recibir los compromisos de Martín Torrijos. En el deporte, el desatino también se hizo sentir por el manejo de las relaciones con los organismos deportivas internacionales, lo que provocó una sanción al deporte panameño, por la evidente intromisión gubernamental.
Finalmente la desatención de nuestro Partido en su dirección y funcionamiento nos llevó a la deriva e improvisación durante las elecciones pasadas. Definitivamente la falta de sentido de oportunidad fue el ingrediente que nos faltó como gobierno para atinar en más acciones de bienestar para el pueblo panameño.
Ha quedado clara la lección, no debemos dirigir al País con los amigos, socios y familiares sino con el Partido, sus organismos y militantes. Esta reflexión debe quedar bien clara en las mentes de nuestros nuevos dirigentes del Partido y las autoridades que por votación popular tendremos en el 2014. No pedimos más.
¡Estamos en una nueva época de esperanza y oportunidad, el pueblo comienza a reclamar la vuelta del torrijismo¡
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