martes, 11 de octubre de 2011

Una Reflexión Torrijista

Por Mario Chan Rojas
11 de octubre de 2011


Nuevamente el pueblo coloca sus ojos en el Partido de Omar, después de la desmedida conducta autoritaria del extremista  Martinelli y de su  comercial manejo de la política panameña. Los últimos  estudios de opinión y la inscripción masiva del 9 de octubre así lo manifiestan. Sin compra de  conciencia el PRD ha sacado la mejor carta: su mística y el  pensamiento de Omar como método de lucha y conducción política. Hoy 11 de octubre Debemos felicitar a los  perredistas que sin oportunismo aún mantienen latente sus principios y militancia,  a pesar de las agresiones judiciales y el cerco de hambre que pretende mantener Martinelli  a quienes lo adversan.
En este momento  el sufrido pueblo panameño encuentra en nuestro Partido la esperanza de mejores días. Las encuestas ponen de manifiesto las grandes posibilidades del PRD en las elecciones del 2014.
 Sin lugar a dudas la  descarada compra de conciencia del gobierno de Martinelli no hubiese tenido tanto alcance si    la Ley de la descentralización hubiese entrado en vigencia en la gestión de Martín Torrijos, a quien le faltó las luces largas para atender las demandas de nuestros copartidarios electos por votación popular. Por otro lado la  falta de atención a los  servidores  públicos en general,  la solución de  los trabajadores ferroviarios como  a  los involucrados en la Ley 25 y el pago de las seis partidas del décimo tercer mes fueron compromisos incumplidos. Atrás quedan además  los lamentos de los precandidatos y candidatos del PRD que se sumaron  al triunfo del Partido en el 2004,  sin recibir  los compromisos de Martín Torrijos. En el deporte, el desatino también se hizo  sentir  por   el manejo de  las relaciones con los organismos deportivas internacionales, lo que provocó una   sanción al deporte panameño, por la evidente    intromisión gubernamental.
Finalmente la desatención de nuestro Partido en su dirección y funcionamiento nos llevó a la deriva e improvisación durante las elecciones pasadas.  Definitivamente la falta de sentido de oportunidad fue el ingrediente que nos faltó como gobierno  para atinar en más acciones de bienestar para el pueblo panameño.
 Ha quedado clara la lección,  no debemos  dirigir al  País con los amigos,  socios y familiares sino con el Partido, sus organismos y militantes. Esta reflexión  debe quedar bien clara en las mentes de nuestros nuevos dirigentes del Partido y las autoridades que por votación popular tendremos en el 2014. No pedimos más.
 ¡Estamos en una nueva época de esperanza y oportunidad, el pueblo comienza  a reclamar la vuelta del torrijismo¡


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